¿Qué es una ICO?

ICO hace referencia a Initial Coin Offering, oferta inicial de monedas. Se trata de un mecanismo de recaudación de fondos en el que nuevos proyectos venden tokens a cambio de Bitcoin, Ethereum u otras criptomonedas (o incluso directamente dólares en algunos casos). Es algo similar a una IPO, en inglés Initial Public Offering, o una OPV en español, Oferta Pública de Venta, en la que los inversores compran acciones de una empresa.

Las ICOs son un fenómeno relativamente nuevo, pero se han convertido rápidamente en un tema muy popular dentro de la comunidad de blockchain. Muchos ven las ICOs como valores no regulados que permiten a los fundadores recaudar una cantidad injustificada de capital, mientras que otros argumentan que es una innovación en el modelo tradicional de financiación de riesgo. Recientemente, la SEC ha tomado una decisión sobre el estado de los tokens emitidos que ha obligado a muchos proyectos e inversores a volver a examinar los modelos de financiación de muchas ICO. El criterio más importante a considerar es si el token pasa o no la prueba de Howey y si lo hace, debe tratarse como un valor y está sujeto a ciertas restricciones impuestas por la SEC.

Las ICOs son fáciles de estructurar debido a tecnologías como ERC20, que abstrae una gran parte del proceso de desarrollo necesario para crear un nuevo activo criptográfico. La mayoría de las ICOs funcionan permitiendo que los inversores envíen fondos (generalmente Bitcoin o Ethereum) a un contrato inteligente que almacena los fondos y distribuye un valor equivalente en el nuevo token en un momento posterior.

Existen pocas restricciones sobre quién puede participar en una ICO, suponiendo que el token no es, de hecho, un valor. Y dado que está tomando dinero de un grupo global de inversores, las sumas recaudadas en las ICOs pueden ser astronómicas. Un problema fundamental con las ICOs es el hecho de que la mayoría de ellas recauda dinero antes de tener un producto o servicio acabado. Esto hace que la inversión sea extremadamente especulativa y muy arriesgada. El argumento opuesto es que este estilo de recaudación de fondos es particularmente útil para incentivar el desarrollo del protocolo y la tecnología blockchain.

Antes de entrar en una discusión sobre los méritos de las ICOs, es importante tener algún contexto histórico sobre cómo comenzó esta tendencia.

Historia de las ICOs

Varios proyectos usaron un modelo de crowdsale para probar y financiar su trabajo de desarrollo en 2013. Ripple pre-minaba mil millones de tokens de XRP y los vendía a inversores a cambio de fiat o bitcoins. Ethereum recaudó un poco más de $ 18 millones a principios de 2014, la ICO más grande lograda hasta la fecha.

DAO (Decentralized Autonomous Organization) fue el primer intento de recaudación de fondos para un nuevo token sobre la red de Ethereum. Prometió crear una organización descentralizada que financiaría otros proyectos de blockchain, pero era única en el sentido de que las decisiones de gobernanza serían tomadas por los mismos titulares de tokens. Si bien el DAO fue exitoso en términos de recaudación, pues consiguió más de $ 150 millones, un atacante desconocido pudo eliminar a millones de la organización debido a vulnerabilidades técnicas. La Fundación Ethereum decidió que el mejor curso de acción era avanzar con un hard fork para tratar de apaciguar las pérdidas. Fue así como nació Ethereum Classic. Por un lado, los fieles al código inicial siguieron minando la misma cadena de bloques inicial, mientras que los que querían limitar las pérdidas de lo sucedido con DAO empezaron a minar sobre una nueva cadena, que es el actual Ethereum.

Aunque el primer intento de financiar un token de manera segura en la plataforma Ethereum fracasó, los desarrolladores de blockchain se dieron cuenta de que usar Ethereum para lanzar un token era mucho más fácil que levantar capital usando el modelo tradicional de rondas de financiación a través de fondos de capital riesgo. Específicamente, el estándar ERC20 facilita a los desarrolladores la creación de sus propios tokens criptográficos en la cadena de bloques de Ethereum.

Nunca antes las startups habían podido recaudar tanto dinero y en tan poco tiempo. Aragon (ANT), española, recaudó alrededor de $25 millones en solo 15 minutos, Basic Attention Token (BAT) recaudó $35 millones en solo 30 segundos y Status (STN) recaudó $ 270 millones en pocas horas. Con pocas regulaciones y facilidad de uso, este clima de ICO ha sido objeto de escrutinio por parte de muchos en la comunidad y de varios organismos reguladores en todo el mundo.

¿Es legal una ICO?

Legalmente, las ICOs han existido en un área extremadamente gris porque se pueden argumentar a favor y en contra del hecho de que son solo activos financieros nuevos y no regulados. Sin embargo, la reciente decisión de la SEC ha logrado despejar parte de esa zona gris. En algunos casos, el token es simplemente un token de utilidad, lo que significa que le da acceso al propietario a un protocolo o red específica; por lo tanto, no puede clasificarse como una garantía financiera. Por otro lado, si es un token de seguridad, lo que significa que su único propósito es apreciar su valor, entonces se parece mucho más a un valor financiero.

Si bien muchas personas compran tokens por su utilidad en algún momento futuro, es difícil descartar la idea de que la mayoría de las compras tienen fines de inversión especulativa. Lo cual es bastante obvio dadas las cifras de valoración para muchos proyectos que ni tan si quiera tienen producto acabado todavía.

La decisión de la SEC puede haber proporcionado cierta claridad sobre el estado de los tokens de utilidad vs seguridad; sin embargo, todavía hay mucho espacio para probar los límites de lo legal. Por ahora, y hasta que se impongan límites regulatorios adicionales, los empresarios continuarán aprovechando este nuevo fenómeno.

¿Vale la pena invertir en una ICO?

Desde un punto de vista meramente especulativo, si invertir en Bitcoin ya es arriesgado e invertir en otras criptomonedas ya existentes era MUY arriesgado, invertir en una ICO es el extremo de los extremos. Incluso tras estudiar proyectos que pueden parecer muy sólidos, con grandes inversores detrás, equipos grandes y de gente muy válida y patrocinadores de lujo como celebridades y famosos, vemos que puede salir mal. Hay muchísima incertidumbre y se trata de un entorno muy cambiante. Invertir en una ICO está más cerca de apostar en un casino que de una inversión. Puede salir muy bien o puede que pierdas literalmente todo lo invertido. Si no conoces muy bien el proyecto en el que estás invirtiendo, recomendamos no hacerlo. Más adelante escribiremos un artículo hablando de los peligros de invertir en una ICO y de muchos ejemplos que han salido mal.

¿Qué opináis? ¿Habéis tenido suerte invirtiendo en alguna ICO? ¿alguna mala experiencia?

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