Destrozar los máximos históricos y el reciente lanzamiento de futuros de Bitcoin, está provocando una gran inyección de capital en el mercado, y no solo de Bitcoin, sino también del resto de altcoins o criptomonedas.
Si llevas poco tiempo en el mundillo cripto, es muy probable que tan solo hayas oído hablar de Bitcoin, Ethereum, Litecoin, Ripple y Bitcoin Cash. Son las más conocidas y las más accesibles mediante plataformas “user friendly” como Coinbase o Bitstamp. Pero hay más. Muchas más. En concreto, ahora mismo, día 19 de diciembre de 2017, existen 1.368 distintas, según Coinmarketcap. Y pese a que muchas están aprovechando la popularidad de Bitcoin y la facilidad de levantar capital mediante ICOs para crear simples estafas, muchas de ellas son proyectos sólidos con grandes equipos e inversores detrás. Actualmente Bitcoin tiene una capitalización de 318 billones de dólares, pero el resto de criptomonedas no se quedan atrás, pues acumulan ya un valor de 308 billones de dólares. Sumados, dan una capitalización total de 626 billones de dólares, similar a la de la tercera empresa más grande del mundo; Microsoft, y superior a otras gigantes como Amazon, Facebook, Alibaba, JP Morgan, Exxon, Wal-Mart y un largo etcétera.
Habrá quien confíe más y quién confíe menos, pero está claro que, con esta capitalización, no está de más intentar entender qué hay detrás de cada proyecto/criptomoneda. Además, en términos de inversión, para ponernos en contexto, en las últimas semanas hemos podido ver como Bitcoin triplicaba su valor, y pese a que el resto de criptomonedas tampoco lo estaban haciendo nada mal respecto al dólar o euro, parece ser que ahora han decidido apuntarse a la fiesta de verdad. En los últimos siete días, vemos muchas altcoins con crecimientos superiores al 100%. Sin ir más lejos, esta semana Qtum ha llegado a crecer un 400% y Tron ha logrado un rendimiento superior al 800%.
¿Pero, qué diferencia hay entre ellas?
Para entenderlo mejor, deberíamos quizá obviar la parte “monedas” de la palabra “criptomonedas”. De hecho, ya son muchos los que promueven que se debería cambiar la palabra en sí, ya que, en la actualidad, puede dar lugar a confusión. Se empezó a usar el término criptomonedas porque la máxima de Bitcoin y las primeras que aparecieron en el mercado era la de ser precisamente monedas globales descentralizadas. Pero poco a poco, gracias al potencial que se empezó a descubrir en esta innovadora tecnología sobre la cual se crearon las criptomonedas, aparecieron equipos, empresas e inversores que decidieron ir un poco más allá en la aplicación de ésta. Un claro ejemplo sería el de Vitalik Buterin, principal promotor y líder de Ethereum, la criptomoneda número 2 en el ranking por capitalización y cuyo objetivo es la creación de “Smart Contracts”, algo que podría facilitar la elaboración de los miles de contratos que usamos día a día y ahorrarle miles de millones a la sociedad en todo lo que tenga relación con procesos legales, acuerdos y demás.
Podríamos decir, entonces, que cada criptomoneda sería más bien como una empresa, startup o proyecto que busca solucionar un problema actual mediante la tecnología blockchain o tangle, si nos apetece complicarlo un poco más, gracias a Iota. Y como empresas, puede que varias estén compitiendo por solucionar problemas similares. Igual que existen varias empresas tradicionales de transportes o de telecomunicaciones compitiendo por ofrecer servicios o productos similares, pueden también existir varias criptomonedas que ofrezcan solucionar problemas similares. Un claro ejemplo sería el de los “Smart contracts” dónde compiten criptomonedas como Ethereum o Neo. Otro objetivo más conocido, sería el de convertirse en monedas globales y descentralizadas, como buscan ser Bitcoin, Litecoin, Bitcoin Cash o Monero. Estas últimas añadiendo funcionalidades adicionales, como la privacidad, la velocidad de transacción, etc. Hablaremos de ellas más adelante.
Así pues, teniendo en cuenta que en la actualidad existen más de 40.000 empresas en el mundo, 1.300 criptomonedas tampoco parecen ser tantas.
Por lo que hace a la inversión, pese a que recientemente estamos viendo rentabilidades de escándalo, nos gustaría recordar que la inversión en Bitcoin y otras criptomonedas es muy arriesgada y nadie sabe realmente qué puede pasar. Hay muchísima volatilidad e incertidumbre, y así como podemos ver crecimientos del 800% en pocos días, también podemos pillarnos los dedos con caídas superiores al 70% en pocos minutos. Por lo que, recomendamos no invertir nunca más dinero del que puedas permitirte perder.
Si aun así te interesan las altcoins, hemos creado un simulador de criptomonedas con las más conocidas para que puedas probar y empezar a familiarizarte con la extrema volatilidad de este mercado y entender lo que le puede pasar a tu dinero invirtiendo en criptomonedas, pero sin que ello implique arriesgar tu capital de verdad. Puedes registrarte de manera gratuita aquí.
Y si lo que quieres es comprar bitcoin, en este artículo te explicamos cómo. Y para comprar otras criptomonedas como Neo, Monero o Cardano, puedes hacerlo aquí. La mejor plataforma para comprar altcoins en la actualidad, es Binance.
Cualquier duda, ¡escríbenos!
Genial me encanta la idea, me empieza a apasionar este mundo…
Gracias por tu comentario, Esther! Y bienvenida al apasionante mundo de las criptomonedas. =)
Muy buen aporte!! Tenéis pensado hacer algún analisis de las monedas con más potencial? Es difícil encontrar información para los que entramos en este mundo y no sabemos Inglés..
Gracias Borja! Pues la verdad es que sí. Durante las próximas semanas hablaremos de algunas criptomonedas interesantes, tales como Ethereum, Neo, Monero, Iota, etc. La idea sería ir hablando de todas las que parezcan proyectos sólidos y las que despierten el interés de la gente. Si tienes alguna preferencia y te gustaría saber más sobre alguna en concreto, háznoslo saber y la incorporamos. Un saludo!
ME FASCINA LO BIEN Y SIMPLE QUE DAIS LAS EXPLICACIONES PARA NOSOTROS LOS PRIMERIZOS MUCHAS GRACIAS Y FUERZA PARA ESTE CAMINO QUE HABEIS ESCOGIDO